¿Cómo afrontar el Brexit? El Brexit ha sido un verdadero dolor de cabeza para la Unión Europea y, para el propio gobierno de Boris Johnson. Ahora que el Reino Unido se ha despedido de sus colegas de la comunidad europea, ¿Qué medidas tomará el gobierno de Johnson para paliar sus efectos?
Bueno, por un lado tenemos políticas de demanda y, por otro, políticas que inciden en la demanda.
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POLÍTICA DE DEMANDA
Medidas fiscales para afrontar el Brexit
La predecesora de Boris Johnson y precursora del Brexit, Theresa May, ya instó a políticas fiscales restrictivas durante su mandato basadas en la prudencia y cierta austeridad económica. Estas políticas se basaron en un aumento de impuestos y nuevos recortes sociales y permitieron reducir el presupuesto presupuestario, así como controlar el gasto corriente. Como resultado, estas reglas fiscales impuestas por el gobierno de May le han permitido al país amortiguar las eventualidades del Brexit.
La política monetaria
A modo de contextualización, en el momento del Brexit, los tipos de interés ya se encontraban en mínimos históricos, como consecuencia de las políticas expansivas de los bancos centrales. Un poco de esperanza para los bancos británicos con lo que vendría después.
El referéndum del Brexit de 2016 hizo tambalear el mercado de valores de Londres. Debido a la incertidumbre económica que se generó, la rentabilidad del Bono Británico ese mismo año marcó mínimos. Para paliar los efectos negativos del Brexit, se han llevado a cabo medidas expansivas de crédito y liquidez (Quantitative Easing). Por un lado, el Banco de Inglaterra inyecta liquidez a los bancos de forma masiva (por ejemplo, en 2016 se inyectaron en los bancos alrededor de 320.000 millones de euros). Por otro lado, el Banco Central Europeo lleva a cabo las llamadas medidas no convencionales, con un programa masivo de compra de bonos. Finalmente, se decide que la tasa de interés se mantenga baja, 0,75%. Como resultado, se pretende incrementar la demanda agregada, incluidos el consumo y la inversión.
Exterior económico
En cuanto a las políticas económicas exteriores, destaca la política contingente. En cuanto a la industria pesquera, se establece un período de gracia de 5 años y medio. Durante este período, los países de la Unión Europea pueden utilizar las aguas británicas para pescar, sin restricciones de ningún tipo. Sin embargo, a partir de este llamado período de gracia, el Reino Unido abandonará definitivamente la Política Pesquera Común. Esto implica el acceso de los buques europeos a la denominada Zona Económica Exclusiva, que se extiende 200 millas náuticas (unos 370 kilómetros) desde la costa británica.
POLÍTICA DE OFERTA
La política de competencia
Con la salida del Reino Unido de la Unión Europea se lograron 29 nuevos acuerdos comerciales, en sustitución de los 40 acuerdos que regían al país como miembro de la comunidad europea. Además, se debe considerar el acuerdo comercial entre la UE y el Reino Unido a finales de 2020, otorgando al Reino Unido “arancel cero, arancel cero” a la hora de exportar a países que integran la Unión Europea, siempre y cuando las mercancías son originarios de cualquiera de las partes. Sin embargo, entran en vigor más trámites aduaneros y controles de mercancías, con más retrasos en las fronteras. De esta forma, el Reino Unido pretende llevar a cabo un control a largo plazo de las competiciones extranjeras en el país.
Reformas del sector financiero
El Brexit ha dado lugar a una serie de medidas ambiciosas en el sector financiero, sector que representa el 7% de la economía del país. Los expertos financieros han visto al Brexit como una ventaja para exigir al país británico que cambie la estructura de la directiva de mercados. El objetivo de afrontar el Brexit no es otro que reducir costes para las empresas. Estas medidas se basan en generar una mayor transparencia en el mercado y una mayor protección a los inversores. Se ha logrado un sistema financiero más seguro y, a su vez, transparente, además de implementar normativas en áreas donde existía un vacío legal. Por último, también cabe destacar la mejora en la formación de los profesionales y que se ha facilitado más y mejor información a los inversores.
Control aduanero: otra medida para afrontar el Brexit
Otro de los efectos del Brexit recae en los controles fronterizos. Aunque el Gobierno británico anunció que retrasaría la implementación de los controles aduaneros sobre las importaciones desde la Unión Europea por otros seis meses (hasta el 1 de enero de 2022), el Reino Unido sería tratado como un tercer país a efectos aduaneros. Algunos cambios incluyen:
- Posibles restricciones o prohibiciones de algunos productos que ingresan a la UE desde el Reino Unido, lo que lleva a requerir certificados de importación o exportación.
- Los certificados de importación y exportación emitidos por el Reino Unido ya no son válidos. Además, el IVA se aplica a la importación de mercancías que ingresan a la Unión Europea desde el Reino Unido. Las exportaciones al Reino Unido, sin embargo, estarán exentas de IVA.
Esto puede resultar un golpe para los consumidores, ya que las empresas del Reino Unido podrían llevar a cabo aumentos de precios como resultado del aumento de los controles aduaneros impuestos.
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